martes, 10 de noviembre de 2015

Verdades sobre el balón intragástrico que nadie te cuenta




- Estadísticamente dicho procedimiento no ha demostrado ser la mejor de las herramientas. Los pacientes que logran perder peso con el balón intragástrico son entre el 20 y 30 % de los casos, mientras que el 70% no logran bajar de peso, porque necesitan, además  de la instalación del balón, modificar los alimentos que van a consumir, es decir, no se salvan de llevar una dieta especial por lo que el balón sólo es un coadyuvante-

En la actualidad existen diversos procedimientos de cirugía bariátrica que se llevan a cabo; los tres más importantes son la instalación del balón gástrico o intragástrico, la banda gástrica ajustable y el bypass gástrico, pero cada uno de ellos exige un compromiso por parte del paciente de reeducación nutricional, siendo necesario seguir las indicaciones médicas de un régimen alimenticio tras la intervención, así como cambios en la conducta, tanto en la elección de qué comer, como en el estilo de vida.

Para poder hablar de cada una de las opciones de cirugía bariátrica, el Médico Bariatra David Montalvo Castro, Presidente del Colegio Mexicano de Bariatría, A.C., realiza una serie de tres boletines especiales para explicar cada una de ellas, iniciando con el balón gástrico o intragástrico. Entoces ¿quiénes pueden ser  los candidatos para llevar a cabo una cirugía de este tipo? El experto  informa que las personas candidatas al uso del balón intragástrico son aquellas que tienen de 30 a 34.9 km2 de Índice de Masa Corporal (IMC), la cual se calcula dividiendo el peso expresado en kilos entre la estatura en metros, elevada al cuadrado, si el número resultante es de 30 a 34.9 esta persona tiene obesidad grado uno, de 35 a 39.9 es grado dos, y de  40 en adelante es obesidad mórbida.

Montalvo Castro aclara que no todos los que lleguen a IMC = 30 son candidatos al uso del balón intragástrico, pues este procedimiento tiene ventajas y desventajas, por lo que el médico bariatra tratante es la persona indicada para hacer la recomendación al paciente: “En primer lugar el procedimiento no es muy barato (éste varía dependiendo el hospital y la experiencia o trayectoria del médico cirujano que lo instale, pero oscila entre los 20 mil y 50 mil pesos). Segundo, una vez colocado en balón intragástrico debe dejarse hasta por 6 meses. Si la persona tiene tan solo 10 o 12 kilos de más, es muy probable que con solo hacer correcciones a su alimentación los podría perder”.

Aclara que el diseño de este dispositivo ayudará a las personas que tengan en realidad  obesidad o sobrepeso, y que hayan sido refractarios al tratamiento o que hayan intentado hacer dietas convencionales y que hayan fracasado por alguna razón.

Más sobre el procedimiento

El balón gástrico o intragástrico, es un dispositivo de látex que un médico cirujano introduce desinflado al estómago del paciente y lo fija para después rellenarlo con liquido. Esta cirugía es una opción para las personas que tienen sobrepeso u obesidad grado 1, la cual ayuda a llenar una parte de la capacidad del estómago para que la persona consuma un pequeño volumen de alimento y se sienta satisfecha y pueda perder peso.

“En realidad es un procedimiento sencillo que no implica ningún riesgo para la persona a la que se le instala y la idea de utilizarlo es poder ayudar a bajar de peso. Sin embargo una vez colocado, como está lleno de un volumen de líquido, tiene un cierto peso que cuando la persona se mueve, se acuesta y se reincorpora, el balón se mueve y frota las paredes interiores del estómago, provocando una gastritis erosiva, por lo que el paciente la contrarresta tomando antiácidos”.

Subraya que el balón tiene una duración de hasta 6 meses, pues el material con el que está fabricado se va deteriorando con los jugos gástricos. Esto provoca que si el tratamiento se prolonga más allá de los seis meses, habrá que retirar el balón y colocar uno nuevo.

Finalmente indica que estadísticamente, el balón intragástrico, a largo plazo, no ha demostrado ser la mejor de las herramientas: “En realidad los pacientes que logran perder peso con esta estrategia son entre el 20 y 30 % de los casos, mientras que el 70% no logra bajar de peso, porque necesitan, además  de la instalación del balón, modificar los alimentos que van a consumir, es decir, no se salvan de llevar una dieta especial por lo que el balón viene a ser solo un coadyuvante, una opción para ayudar a las personas que acostumbran comer grandes cantidades  de alimentos. Al retirar el balón el paciente tiende a tratar de llenar con comida el volumen que antes ocupaba el dispositivo y fácilmente vuelven a subir de peso. Por eso es importante consultar a un médico Bariatra para que les ayude a disipar todas las dudas y ver cuál de las tres opciones puede ser la mejor en su caso específico”.
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